Salvando
algunos casos muy puntuales, la gingivitis es producida por el cúmulo de placa
bacteriana alrededor de las piezas dentarias, en arreglos o coronas mal
adaptadas y sobre el sarro ya formado. Aclaración: el sarro es placa bacteriana que se ha mineralizado (quedando como
piedra) por acción de la saliva. Al suceder esto ya no es posible eliminarlo
mediante el cepillado diario, sino que sólo es posible hacerlo con una limpieza
de dientes en el consultorio.
Esta
inflamación hace que la encía se vea más rojiza, aumentada de tamaño y que
sangre con facilidad en forma espontánea, al cepillarse los dientes o comer.
Es una
enfermedad “sectorial”, o sea, no
necesariamente tiene que afectar toda la boca, a veces es sólo un pequeño
sector.
Si bien hay
muchos factores que favorecen o exacerban (aumentan) la gingivitis, el
principal e indispensable para que se dé es el cúmulo de placa bacteriana, por
lo cual la enfermedad está relacionada a una falta de higiene o una falla en la
técnica de cepillado (o de uso de hilo dental). Muchas veces el paciente se cepilla varias veces al día, pero la falta
de uso del hilo dental o una deficiencia en la técnica puede ser suficiente
para tener gingivitis.
Es una de
las dos enfermedades más comunes en la boca, junto con la caries dental. Tiene
una alta prevalencia, mayor aún en adolescentes y embarazadas, pero afectando a
una gran parte de la población en general.
Es
importante saber que la gingivitis es una enfermedad reversible, si se acude a la consulta para realizar un tratamiento
que elimine el sarro y todo lo que esté ayudando a acumular placa bacteriana en la boca (haciendo una
limpieza de dientes) y siendo instruido por el Odontólogo para mantener la boca
lo más limpia posible.
Od. Juan José Orellano.
Mat. 4896/02
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